lunes, 2 de agosto de 2010

Los sueños nada lindos son

Cosa rara me paso estos días, cuando desperté me di cuenta de que seguía soñando. Entre al baño, abrí las llaves de la regadera y el agua fría tibia sangre era ya, me seque con la toalla que picaba como alambre de púas sobre piel judía en campo de concentración, me cambie y mis jeans mezclilla cuero eran ya, camine a la cocina serví mi cereal y de la caja cucarachas salieron que en ron terminaron por nadar, abrí la puerta para ir al trabajo y al abrirla para salir volví a entrar al sueño que llorar me hacía, caminaba sobre rotas botellas que agredían mi piel que no sangraba, más bien, tenía fuga de petroleo.
Aturdido por la vida me encontré con que los sueños son peores que la misma realidad.
Y es que soñar es oficio de todos los que contentos no están
soñar es evasión de la incredulidad de un acéfala realidad
soñar es viajar sin visa al lugar donde tampoco somos iguales
soñar es dejar de ser yo para ser alguien peor
alguien que cree que en los sueños la vida es mejor
soñar no es un oficio al que alguien quiera dedicarse.

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