Me gustan las palabras probablemente más que las mujeres, con las palabras me confieso, lloro, odio, detesto, camino, corro, gateo, fornico, beso, babeo, vuelvo a besar y a fornicar. Con las mujeres no hay confianza, siempre preguntan, siempre cuestionan, no están de acuerdo con las periódicas desapariciones, se molestan cuando por leer dejo de verlas, quien las entiende dirían por hay…. Por eso desde hace meses decidí dejar de hacer el amor, hora, yo nomas busco sexo, cuando se quieren embalar en mi vida les suelo decir que la pasión por definición no puede durar que se vayan a estibar lo que no quiero tener allá con los que se ilusionan por primera vez.
Palabras hay de todos los sabores, como también mujeres de todos los colores y olores. Dulces, agrias, desabridas, blancas, negras, rojas, rosas.
Me gusta la palabra olvido, pero más me gusta memoria, ambas tienen una carga poética amplia; no me gusta nostalgia porque esa implica que hubo algo mejor y si lo hubo no me acuerdo o no me quiero acordar…
San Antonio de nuevo se para sobre los píes, la cabeza esta despintada… y despintada se quedara.
Amor intrínsecamente lleva dolor, y un acoston si acaso me deja algo de sudor…
El agua se llevo al drenaje tu olor, el agua quitó de mi cuerpo tus besos, se llevo tus caricias que entre la mierda hoy están…
Esto no es nada personal…