miércoles, 29 de julio de 2009

Jarro de té

El día empezó con las preocupaciones insospechadas del robo de contraseña de la cuenta del email, el mundo se cierra, fragmenta, ennegrece, enturbia, confunde; o al menos el mundo de los que convertimos en diario y confidente la bandeja de entrada del Hotmail. Con ella pasamos los momentos felices del verano, nos acompaña en las tristezas del inviernoy camina con nosotros en la angustiosa espera del otoño. El cartero ya no desfila en primavera por las calles en bicicleta; los perros no corren tras su peculiar uniforme, en pocas palabras; ya no forma parte de la fisionomía de los pueblos provincianos.

Los postes de teléfono, los cables del cable, los módems y demás instrumentos de enlace entretejen nuevas historias, aquellas películas californianas dónde la esposa esperaba carta del soldado que peleando por la libertad en Vietnam se daba tiempo para escribir una esperanzadora sucesión de palabras llorosas han desaparecido, el internet nos ha robado el romanticismo de la vieja escuela para expandir las posibilidades visuales de la Web-Cam. El pueblo moderno por fin, tiene mas modems que buzones.

El día terminó o empezó? con un jarro de té (no de café), la tila masajea una tensa presencia. La tila hoy duerme conmigo. Y en el sueño, cenicienta violando al principe encantado, juan esperando su princesa azul, jesucristo lavandose las manos, la novela de las cuatro en el horario estelar.

1 comentario:

  1. no se si deprimirme o asombrarme, creo que seran ambos... creo que tambien hay espacio para el horror

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